Actualmente la propia palabra autónomo conlleva una serie de valores asociados tanto positivos como negativos.
Este anuncio (y otros muchos) nos puede servir para hacernos una idea estereotipada del profesional autónomo: siempre pegado al teléfono, vestuario característico de su profesión, constantemente estresados, recorriendo las calles, varias conversaciones al mismo tiempo… . Pero ¿y si un día descubriéramos que algunas cosas han cambiado o pueden cambiar? Más allá de la parodia publicitaria existen hábitos muy ciertos y que afortunadamente van cambiando poco a poco o, por lo menos, nosotros tratamos de ayudar a que cambien.
Factores que un servicio externo puede mejorar:
- Constantemente pegado al teléfono: la gran mayoría de profesiones liberales no se ejecuta desde un teléfono, por lo tanto todo ese tiempo se resta a su trabajo. Independientemente que se aprovechen los trayectos para hacer llamadas está demasiado extendido el hábito de trabajar y recibir llamadas al mismo tiempo lo que hace que la productividad (y los ingresos) bajen considerablemente.
- Un estrés constante: intentar que el trabajador liberal se desestrese es una tarea titánica pero sin duda existen algunas herramientas para tratar de reducir el estrés al menos de algunas tareas. Interrupciones constantes, llamadas improductivas, la vibración (o sonido) intermitente del teléfono, los compromisos para devolver una llamada en el momento menos adecuado, entre otros pueden agotar al más templado. Hay que poner un límite para no quemarnos.
- Conversaciones a medias: aunque el autónomo sea un ser multifunción por definición esa no es razón para sobrecargarse con funciones que se podrían delegar por una inversión muy baja. Una conversación crucial para el negocio no puede conjugarse con una consulta sin importancia por lo tanto priorizar las comunicaciones puede ser la diferencia entre sobrevivir y dejarse la piel en el intento.
Los tiempos han cambiado y en la era de las comunicaciones no podemos atender todo al instante sin que nuestro negocio se vea afectado y, por divertidos que sean los anuncios, esto no es motivo de broma. No hay que olvidar que autónomo no significa sólo contra el mundo por muy heróica que sea su actividad diaria.