Los servicios de reparaciones en ocasiones tienen que derivar trabajos a otros técnicos externos a la empresa. Cuando el volumen de negocio crece de esa forma es muy positivo aunque, por supuesto, requiere ciertas gestiones extra para que todo funcione.
Evidentemente siempre se intenta cubrir con los técnicos propios pero para ello habrá que invertir un tiempo valiosísimo en hacer encajar horarios y trayectos. Si no es posible cubrirlo se subcontratará a algún colaborador; lo complicado de esa tarea es tener la información en tiempo real y actuar rápidamente para tomar la mejor decisión evitando, por supuesto, que se dupliquen tareas o que acudan dos técnicos a la misma alerta. Situación más frecuente de lo que puede parecer.
En lo que a STK se refiere, esta combinación de técnicos propios y externos se está convirtiendo en algo habitual con las empresas que usan nuestro servicio de Central de Avisos. El sector es cada día más complejo así que seguimos un proceso exhaustivo para comprobar los técnicos disponibles. Nuestro modus operandi es intentar contactar varias veces con técnico de guardia y transcurridas esas llamadas enviamos un SMS con acuse de recibo. Si no hubiera respuesta hacemos lo propio con el jefe de servicio para decidir si asignar a un técnico externo o seguir esperando.
Las combinaciones son casi infinitas pero siempre se consigue el mejor resultado sin, por supuesto, un incremento en la factura ya que el cliente paga solamente por las llamadas que recibe el servicio. Coordinamos diferentes tipos de centrales de avisos pero el objetivo es siempre el mismo: dedicar todos nuestros esfuerzos a que todos los avisos sean atendidos.