Ha llovido mucho desde aquella imagen del alto ejecutivo estresado mientras el resto del mundo vivía cómodamente ajeno a su gestión del tiempo. Hoy en día un profesional autónomo o un trabajador de una PYME puede estar tan atado a su agenda como el más alto ejecutivo.
Hace poco leíamos que el verbo «agendar» está haciéndose un hueco en nuestro lenguaje a nivel oficial ya que cada vez más personas dedican tiempo a gestionar su agenda. Tanto es así que muchas veces ese tiempo se tiene que restar de otras tareas. En nuestro tiempo se traduce en menos tiempo para dormir o estar con los nuestros y a nivel profesional significa dejar un poquito de lado clientes, pedidos o productos.
Una pequeña inversión en un servicio de secretaria virtual con gestión de agenda es el complemento perfecto al duro trabajo que cuesta mantener un negocio independientemente de su tamaño. Para quienes están menos experimentados en esto de «agendar» mencionar simplemente el servicio se basa en un estudio pormenorizado de los procesos que sigue nuestra empresa tanto para crear, organizar y / o mover algún evento dentro del calendario u horario de trabajo. Una vez determinado este protocolo se asigna un profesional a gestionar en tiempo real cada una de las citas, así se consigue ahorrar tiempo a la vez que se mantiene al trabajador en cuestión completamente al día de cualquier cambio o imprevisto.
El tiempo, además de ser oro, requiere de una gestión especial más allá de la tecnología que haya en nuestros bolsillos. Por lo tanto «agendar» no es sólo un verbo más sino que además es todo un arte que requiere una atención cada vez más importante.
